- Y
en su voz regular me dijo: "regaláme una figura,
vos cerote, que sólo me hacen falta quince para llenar mi
álbum, y yo sé que vos tenés bastantes". Como res
al matadero, calladamente le di todas mis tarjetas a que
él escogiera.-"puta cerote, ya todas estas
ya las tengo..." no había terminado su frase y
la niña Chana ya le había peinado el pelo al revez con un
tremendo coshco, diciéndole a la vez: -" Bicho,
no seya malcriado con Riquito. ¿Qué no ve que le está regalando
las figuras?... -"Ay mamá... si yo con este así me
llevo...". Para mi sorpresa, porque siempre había
evadido al cipote, honestamente por miedo a que me bajara
los cinco centavos que me daban para ir a la escuela. Total
que de 15 que le faltaban, se quedó con la mitad de mis
tarjetas, que serían unas cincuenta pero no importaba, porque
en mi mente sabía que era mejor tratarlo por la buena y
ganármelo como amigo.
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