CACOFONEANDO
Pasa que pensando en vida, reflexiono sobre esta vida, que como río vierte
su vida, en un mundo lleno de vida...
Miro la vertiente del río, y pienso
que como el río, va mi destino cual un río, y sin pensar, lloro y rio...
Al
pensar miro al cielo infinito y ese sinnúmero infinito, cuales destellos infinitos. de
los mundos infinitos...
Y me digo que esos mundos, son mundos y más mundos, y
yo enmedio de los mundos, soy mundo entre los mundos.
Tiene que haber sido
Uno quién partiendo del uno creó lo que hoy es uno sumando uno más uno...
Y
uno así vive y pasan los años, y pasan buenos y malos años, y si es bueno no se
siente el año, y si es malo es un lento año...
Los tiempos quedan latentes, y
los pensamientos latentes, y me alerta la verdad latente, de mi futuro latente...
Y
veo afuera y veo arriba sin mirarme dentro y abajo; y por creer estaba arriba
sufrí al saber estaba abajo.
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EL VERBO AYUDARTE
Siempre hay un hermano que solícito ayuda presta; aunque no es cotidiano hallar
gente dispuesta.
Unos ayudan sin esperar, otros lo hacen con placer, otros
lo hacen por obtener, algo a cambio de ganar.
Es dinero, espera réditos, es
confianza, se aprovecha, es talento, quiere créditos, es izquierda, la derecha.
Así
cómo hay caminantes, hay los que siempre ayudan, y hay los que son farsantes, que
al pedir ayuda no acudan.
También hay los solicitantes, que acudan al grito
de ayuda, y te ayudan con neta primura, sin esperar nada insinuante.
También
hay los que ayudan, sin haberse propuesto ayudar; y descubren que dar es gozar, algo
interior en su alma depuran.
Ayuda puede haber por doquier, y hay muchas
clases de ayuda; la sublime ayuda se da sin usura, y se presta sin esperar
obtener.
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