En donde el recuerdo es eterno
de tu testimonio silencioso
ante las jornadas
del Salvador del Mundo,
que bendice con su sonrisa
a todo el pueblo con su
lira
de agua protectora
Por seso San Salvador tu eres un recinto
de
la pasión de la canción del viento
que es diáspora del horizonte humano.
Yo
no te olvido jamás en mi exilio triste
de no estar contigo en tu día celeste
cuando
las amapolas se encuentran con el izote.
En plena fiesta de Agosto
cuando
tú estás en tu descanso
de tu cuerpo ya martirizado
por el humo de los vehículos
enfermos
de cáncer pulmonar como los paquidermos
que fueron destruídos por los
termos sempiternos.
¡SANTA ANA, PEQUEÑA PATRIA!Yo te canto con mi devoción |
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FARABUNDO MARTÍMaestro incansable proletario |
SUCEDIÓ UN 30 DE JULIOCuando salimos con la razón |
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ATONALHermano guerrero de honor
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